Hace ya casi dos décadas desde que el libro de García Canclini, "Culturas Híbridas" (1990) fue publicado.
De acuerdo a Canclini, en los ochenta Latinoamérica tuvo como proyecto zambullirse en la modernidad, lo cual fracasó en las diferentes esferas, tanto económica, social, política, cultural, etc. En ese entonces también, los académicos afirmaban que las fuerzas globalizantes se habían desatado, en un proceso irrefrenable y dificilmente regulable. El mundo iba en un serio trastorno homogeneizante, cultura, etnicidad, lengua, y otros iban a hibridizarse.
Una de las principales consecuencias sería que las líneas fronterizas, aquellas que limitaban los flujos financieros, culturales, migratorios, etc., iban a extinguirse. Sin embargo, hoy en día podemos observar que eso no sucedió. Por el contrario, las leyes migratorias no sólo se han endurecido en la mayoría de países, y la seguridad en las fronteras se ha incrementado. Estas además, incluyen medidas tan drásticas como el levantamiento de muros kilométricos, que no sólo evita el paso de inmigrantes, sino también destruye los nichos ecológicos por donde pasa.
A pesar de que no todas las predicciones de las teorías sobre globalización se tornaron realidad, algunas de ellas las podemos visualizar sin mucho esfuerzo. Como es la hibridización del Mundo.
Si bien es cierto lo híbrido, es la fusión y mezcla de culturas, que en algunos casos trascienden fronteras, como el ritmo de la salsa y la bachata en la música; la adopción de los formatos transnacionales en las comunicaciones tipo reality shows, nube luz, bailando por un sueño, gran hermano, entre otros.
En otros casos, son las culturas locales que se sirven del hibridismo para mantener su vigencia, y las que se encargan de crear nuevas formas culturales dentro de la modernidad. Ejemplos claros nos lo da, la cocina novoandina, que no es sino el rescate de lo tradicional y la hibridación de la ingredientes selváticos, andinos y costeños. Otros ejemplos claros los podemos encontrar en las formas de expresión tanto culturales como populares, los medios de comunicación, la música, etc.
La música en este contexto merece un párrafo especial, pues nunca antes la música vernacular había tenido tanta acogida como lo tiene hoy en día. Cada vez con más frecuencia, grupos musicales populares en conjunción con grupos que guardan un perfil más sofisticado se fusionan, tipo Bareto. Tampoco es sorpresa que estos grupos trasciendan los estratos sociales y pongan a bailar y saltar a pintorescos personajes en el cerro San Cosme, mientras la clase pudiente de Lima tararea, baila y jaranea su pegajoso ritmo. Aquello no es sino la confirmación de que aquel hibridismo del que nos hablaba Canclini, tiene vigencia y larga vida.
Uno de los aspectos de mayor connotación dentro de este cambiante escenario es aquella fusión de ritmos modernos con ritmos que aparentemente habían quedado sepultados en el olvido. Y aquí nace la pregunta, ?Qué motiva a los jóvenes a la revisión de temas antiguos como "Juaneco y su combo", "los mirlos", "Chacalón", etc.? Que por cierto, han desencadenado estruendoso éxito en todas las esferas sociales. Será acaso una especie de nostalgia por el pasado lo que motiva a recrear añejos ritmos y raíces. Sin embargo, ?cómo se puede hablar de nostalgia por el pasado entre jóvenes que nunca vivieron esa época?. Aún esta interrogante y otras merecen un mayor análisis.
Mientras tanto, los peruanos tienen en esta ocasión, la oportunidad de desprenderse de algunos traumas históricos y crear una identidad comunitaria que les permita seguir creciendo de manera solidaria.