La primera vez que me familiaricé con el Señor de los Milagros fue debido a una obra que me obligó a leer un profesor de literatura en tercer año de media. Mi viejo raudamente me consiguió la obra quien sabe pensando que si no actuaba rápidamente, mi motivación por leerla se desvanecería por la espera. La susodicha obra no estaba precisamente cargada de fervor religioso, por el contrario contaba la historia de varios personajes bastante mundanos de la clase olvidada en la Lima de los 70 en medio de las festividades de Octubre. Su autor, Oswaldo Reynoso, me cautivo por lo irreverente de su estilo y la crudeza del lenguaje. "En Octubre no hay Milagros" es el título de la obrita y que traigo a colación pues aunque, en ese tiempo, estando mi universidad a pocas cuadras de las Nazarenas, este ritual religioso que atrae a cientos de miles de personas anualmente no caló lo suficiente en mi, quizás porque mi mente, como la obra, andaba más ocupada pensando en la cultura popular, en lo criollo, la colmena, las inquilinas de Caylloma, el show de la barra, los ambulantes, el cine portofino, etc. que en la religiosidad y las tradiciones centenarias. La festividad del Señor de los Milagros ha cruzado fronteras y múltiplicado sus devotos en el mundo. Existen trabajos muy bien documentados del Señor de los Milagros en New Jersey, Milán, Barcelona, ect. Ahora que vivo en Japón muestro en fotos como es que se vive esta fiesta religiosa en estas islas.
Señor de los Milagros de Kakegawa
La particularidad del Cristo de Kakegawa son las facciones orientales del rostro. El pintor, un Japonés, plasmó en el lienso las facciones que le eran familiares, añadiendo a esta fiesta religiosa el toque japonés. Muestra del hibridismo que se aprecia en muchas de las expresiones culturales que los inmigrantes traen consigo y debido a las claras variaciones del nuevo contexto social y geográfico, sufren un proceso de adaptación y recreación cultural, añadiéndo en ellos elementos locales representativos que son utilizados para la reestructuración de sus identidades.
Señor de los Milagros de Hamatsu, Shizuoka.