11/15/2008

La imaginación en forma de paloma

Siempre he tenido la sensación de que cuando se quiere expresar contenidos abstractos, ya sean ellos sentimientos, emociones, o pareceres, las palabras incluidas en el diccionario nunca son suficientes. Sin embargo, cuando uno expresa una pasión sincera, las palabras son las que menos importan y son las expresiones silentes, los gestos audaces, las miradas apasionadas las que vehiculan aquella compleja información en el lenguaje más depurado que pueda existir.
Por ello este post no es sino un intento que nace ya fallido, al tratar de expresar mi sentir por mi compañera, mi amiga, mi cómplice, mi esposa.
Mi papá aún suele decir que una buena esposa es fundamental para el éxito de cualquier familia, y yo no podría estar más de acuerdo.
En mi caso, mi esposa no sólo es la timonel que cuida que nuestra pequeña embarcación no zozobre y vague a la deriva, es también el motor, el mástil, la coraza, etc. y yo, quizás con mis aportes en esta jerarquía, no llegue ni a grumete.
No conozco a nadie que tenga los determinación que tiene mi esposa, la valentía, la capacidad y la inteligencia de hacer posible incluso, los sueños inalcanzables.
Yo no puedo decir que soy su socio en aquellas aventuras que a simple vista parecen disparatadas, tal vez sólo podría decir que soy aquel individuo que sucumbe en la seducción de aquella ninfa que promete el cielo y lo único que pide es compañía.
Lo que me deja cada vez más perplejo es que en cada promesa, cada ofrecimiento y cada sueño, ella es capaz de conducirnos por aquellos mares bravíos con la habilidad y destreza de una experta, siendo ella, sólo una persona que confía en su corazón.
Quizás yo no tenga el genio de comunicar lo que mi alma me dicta, y aunque podría citar las más fantásticas y estilizadas frases de renombrados escritores románticos, eximios en el arte de construir frases valentinianas, concebidas para derretir a cualquier mortal como a un chocolate bajo el sol, sigo pensando que aún ellas no serían suficientes. Y seguiré pensando que es el lenguaje de los sentimientos, para lo cual no hay palabras suficientes, lo que más dice.
Mi anhelo es que mi esposa y yo sigamos interpretando nuestros silencios en aquel lenguaje eterno, tan bien como hasta ahora.Como siempre seguiré confiando en su imaginación, que tiene alas propias y no respeta fronteras. Y seguiré pensando que la mejor parte de mi, es ella.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me siento orgullosa de ti y tan feliz porque conozco a un hombre que sabe valorar a una mujer, y no cualquier mujer, ¡su mujer! , ¡su esposa! y lo dice, dejando de lado su machismo, complejos, etc.
¡Ah! Y la música francesa de fondo tiene una nostalgìa acorde con las palabras. Sigue escribiendo tienes mucho talento.

Un nuevo Empezar dijo...

Seguiremos juntos en nuestra marcha por la vida y buscaremos nuevas formas de incrementar el amor y la admiración que sentimos uno al otro...tu palomita.

mary dijo...

IRMA ENHORABUENA!! OJALA TODOS LOS HOMBRES LE DIJERAN A SUS MUJERES COSAS TAN PRECIOSAS COMO ESTAS.
LOS FELICITO Y ME ALEGRO MUCHO DE QUE MI HERMANO TE QUIERA TANTO Y SOBRETODO TE VALORE.
ERES UN EJEMPLO PARA TODOS LOS HOMBRES !!!! HOMBRES APRENDAN!!!!! ESTE ES MI HERMANO, LOS QUIERO Y LES DESEO QUE APARTE DE QUE SE LES CUMPLAN TODOS SUS DESEOS MATERIALES QUE SOBRETODO LES PERDURE SIEMPRE EL AMOR.